domingo, julio 23, 2006
IMPRONTA LUNAR
Camino 8 cuadras desde mi trabajo al supermercado para comprar: 12 kilos de harina, 12 litros de leche, 10 latas de atún, 2 latas de mayonesa grande y dos kilos de carne; en la farmacia de la esquina, el letrero de pronósticos anuncia 57 millones de pesos que se están sorteando en el Melate.
¿Serían capaces de permitirle a un vagabundo la posibilidad de soñar con ellos? Lo que me mantiene de pie, frente a la respuesta de esta pregunta, es que probablemente el vagabundo no los quiera.
Sin poner palabras en la boca de nadie me atrevo a imaginar que lo que sí haría, sería entrar a la farmacia imitando esa actitud ambiciosa que caracteriza a los “normales”, rellenaría con negro los 6 cuadros obligados y esperaría a que el farmaceuta titubeante y asombrado entrara el papel a la máquina para darle sus números. Entonces el farmaceuta todavía le preguntará al señor vagabundo:
-¿Disculpe, quiere usted la revancha?
A esto, le he decidido llamar guerrilla simbólica, urbana.
La vida está en la calle, y es un juego, una burla, una parodia de la podredumbre cultural. Es un absurdo, un mal tratado cuento de hadas. Encarar al verdugo social es una decisión de reacomodarse en la locura, el Yo se desdobla en infinitas posibilidades de sustentar el agobio, la insensatez. Es muy fácil cogerse el estigma y jadear en público por la avenida de la independencia. Los días se convierten en hojas en blanco que dibujan a diario la incoherencia de las relaciones de poder y dominación, solapadas por el poder adquisitivo.
Mi cabeza alberga un sonido en Si menor mientras la lluvia y el frió ensalzan su apestoso olor a orina y tabaco. El mundo es un recorte de publicidad de escaparate que se guarda en el bolsillo, y juega con él, ya está manchado. Yo mientras tanto me emberrincho y lloro en contra de la verticalidad que me toca soportar, bajo el argumento de: aquí tú haces lo que yo digo, así es la vida. Es inevitable no explotar, y entonces organizo un mediocre motín, porque temo.
¿Dónde estarán los mendigos, están en las calles, o aquí adentro?
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4 comentarios:
que triste y hermoso está su post.
Si menor...
como dice el anuncio "Somos el sueño de millones"
Lo malo es que millones siguen durmiendo sin soñar y sin darse cuenta de ello. Algunos si y ni siquiera tienen la intención de despertar.
El stela le juega al melate, yo he lo intentado y dices ya me vi, y piensas que en si en realidad eso va a resolver tu vida, estará todo listo, o en realidad será no hay mejor escuela que caminar y hacer las mayores cosas de los lugares más reconditos. Sabiendo que es tuyo desde cero y no es un regalo de los de arriba
Si me cae que esta aqui dentro . . . lo mas que me gane con el melate fueron 11 pesitos. Pero ya me ya me vi. Muy bien Clau.
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